Carta a mi hijo en su primer día de guardería

Hace sólo cuatro meses y medio aún vivías dentro de mi, preparándote para emprender el viaje de la vida fuera del útero materno, hoy nos separamos para que tú conozcas que hay otra vida diferente aparte de papá y mamá; y yo, para saber que no eres totalmente mio para siempre y por siempre, sino que eres prestado por Dios y que es fundamental como mamá saber que tienes alas con las que en algún momento de la vida tendrías que volar.

Este será el primer día en el que te vas a enfrentar con rostros diferentes, voces poco conocidas, olores nuevos y por primera vez compartirás con personitas de tu mismo tamaño.

Tenerte a ti ha hecho que me encuentre con ese "yo" que no conocía, ese yo que lo da todo por ti sin esperar nada a cambio, que te ama con todas las fuerzas, que cuando no está contigo durante mas de media hora te extraña como si fueras parte de mi cuerpo y de mis necesidades básicas. Mi adicción, mi más dulce y bonita adicción.

Hijo, tanto te amo que con dolor en el corazón me debo desapegar de ti, porque no eres parte de mi cuerpo, eres un regalo que recibí y que debo de cuidar, guiar y acompañar hasta donde Dios me lo permita. Hoy es el primer día de muchos que vendrán, donde por cualquier circunstancia, tendremos menos horas para compartir y amarnos con la mirada.